La extirpación de las bolas de Bichat, unas bolsas de tejido graso que todos tenemos en las mejillas, afina la cara para obtener un rostro más definido.
Un niño con ‘mofletes’ resulta adorable pero cuando se van cumpliendo años no siempre agrada tener las conocidas como ‘mejillas de ardilla’ producidas por las bolas o bolsas de Bichat, unos depósitos de grasa que se localizan a nivel de las mejillas, debajo de los pómulos y entre los músculos que se encargan de la masticación. Cuando esta grasa es mayor de lo normal, la cara se muestra excesivamente ancha y redonda. El crecimiento de esta grasa está relacionado con el sobrepeso y la obesidad pero, también ocurre en personas delgadas. En estos casos, suele haber un componente genético asociado. Para reducir quirúrgica el exceso de grasa y obtener un rostro más definido se puede recurrir a una bichectomía –o extirpación de las bolsas grasas de Bichat–.
El doctor Eduardo Álvarez, jefe de Cirugía plástica de Quirónsalud Murcia, asegura que esta operación se realiza con una técnica mínimamente invasiva y presenta un postoperatorio muy cómodo para el paciente. El doctor explica que «la grasa de Bichat funciona como una almohadilla o amortiguador ante el apoyo de la cara del bebé durante la lactancia, lubricando y facilitando la función de los músculos masticatorios. En la edad adulta, es más una cuestión estética que funcional».
«Debe reservarse para rostros marcadamente redondos que no definen el contorno facial ni los pómulos»
Eso sí, el cirujano plástico advierte: «Se tiende a infraestimar esta cirugía y, para su realización, hay que tener un adecuado conocimiento anatómico del área a tratar», y añade, «la grasa de Bichat está cerca de varias terminaciones del nervio facial, implicado en el movimiento de nuestra cara. Muy próxima al conducto parotídeo, que canaliza la saliva hasta nuestra boca y, también contigua a algunos vasos sanguíneos de cierta entidad que debemos respetar. Por este motivo, recomendamos su realización por un especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora o Maxilofacial», asegura.
Cómo es la cirugía
La extirpación de este depósito de grasa se realiza por dentro de la boca, a través de una pequeña incisión de entre uno y dos centímetros de longitud en la mucosa.
Es una cirugía de menos de una hora, que puede realizarse con anestesia local o con sedación en función de las características del paciente. Los puntos son reabsorbibles y no se requiere ningún vendaje ni ferulización externa.
A quién va dirigida
En opinión del doctor Eduardo Álvarez, «hay que seleccionar muy bien a los candidatos. No es una cirugía que se deba hacer en todos los casos y hay que pensar mucho en el futuro. Uno de los signos más claros del envejecimiento es la pérdida de grasa facial y, a determinadas edades, echaremos mucho de menos esta grasa perdida, bien de forma natural o eliminada con este tipo de cirugías, como la que nos ocupa. Entraremos entonces en todas aquellas técnicas de relleno para intentar compensarla».
«Por tanto, en mi opinión, debe reservarse para rostros marcadamente redondos que no definen el contorno facial ni los pómulos. En muchos casos, si la grasa de Bichat no se expresa con fuerza, estaremos perdiendo algo muy valioso de cara al futuro y adelantando nuestro proceso de envejecimiento», concluye.
Fuente: El Debate