La rinoplastia o cirugía de la nariz, es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes hoy en día. Se trata de una cirugía que cambia la forma de la nariz. No necesariamente se trata de cambiar el tamaño, sino de adaptarlo a las facciones y las características de cada persona.
La nariz es uno de los rasgos faciales más importantes, ya que ocupa la parte central del rostro, le da la forma y configura el perfil de la cara. Cada rinoplastia es un caso muy diferente, que debe ser evaluado en todas sus estructuras. Es importante que el cirujano tenga una visión de conjunto de interacción de cada parte de la cara con la nariz armónica.
Es una cirugía muy delicada que requiere mucha precisión y rigurosidad por parte del cirujano, pero a la vez es una cirugía muy agradecida, ya que muchos problemas pueden ser eliminados o corregidos, tanto estéticos como clínicos.
Se trata de una cirugía demandada tanto por los hombres como por las mujeres, que desean una mejora estética al no estar contentos con la imagen de su nariz. Generalmente, los cambios estéticos que ofrece una rinoplastia están vinculados con una mejora funcional. Es una cirugía que se puede realizar a cualquier edad, a partir de los 16 años (una vez pasada la edad de adolescencia).
¿Qué tipos de rinoplastia existen?
Existen distintas clasificaciones de Rinoplastia o Cirugía de la Nariz, bien por cuestiones técnicas o por la finalidad de la misma:
Rinoplastia PRIMARIA o SECUNDARIA. La rinoplastia primaria es cuando el paciente realiza la cirugía por primera vez. Pero al tratarse de una cirugía ciertamente compleja, la tasa de las reintervenciones es bastante alta. En el caso de tener que ser intervenido por segunda vez con los fines de mejorar el resultado previo, se considera una rinoplastia secundaria. Es muy importante optar por un equipo quirúrgico altamente cualificado en este tipo de cirugía, ya que las intervenciones secundarias suelen ser más completas, ya que se realizan sobre las estructuras que ya habían sido intervenidas.
Rinoplastia FUNCIONAL o ESTÉTICA. Si el paciente presenta problemas respiratorios y no puede respirar correctamente por la nariz, es posible que sea candidato para una rinoplastia funcional. Es una intervención, cuya finalidad es sólo una mejora clínica. En el caso de una rinoplastia estética, se persigue una mejora de la armonía facial del paciente cambiando la forma externa de la nariz. Es importante destacar que en muchos de los casos la cirugía de la nariz mejora ambos aspectos, estético y funcional a la vez.
Rinoplastia ABIERTA o CERRADA. Se trata de una rinoplastia cerrada cuando las incisiones se realizan dentro de los orificios nasales. Si se trata de una pequeña incisión en la base de la columela nasal, se considera una rinoplastia abierta. La decisión de optar por una técnica u otra pertenece al cirujano plástico, ya que dependerá de múltiples factores según las características y las necesidades de cada paciente.
Rinoplastia TRADICIONAL o ULTRASÓNICA. Esta clasificación está realizada según el instrumental que se utilice en la intervención. La rinoplastia ultrasónica es una técnica novedosa y muy avanzada en la que se utiliza una herramienta que funciona con ultrasonidos y permite trabajar sobre los huesos de la nariz con una gran precisión. Por el cambio, la técnica tradicional es la que se está utilizando desde hace muchísimos años, mediante el uso del instrumental clásico. Las ventajas de esta técnica es la gran práctica y experiencia en su realización
¿Es dolorosa la intervención de Rinoplastia?
Al tratarse de una cirugía, para la mayor comodidad del paciente, se realiza con una anestesia general. El postoperatorio es muy llevadero, que no suele presentar mucho dolor y la recuperación se produce en muy pocos días. La sensación a la refieren los pacientes en los días de recuperación se asimila más a las molestias e incomodidad típicas de un catarro fuerte debido al taponamiento nasal.
¿Cuándo se nota el efecto del tratamiento?
Es una intervención que suele producir bastante inflamación y requiere algo de tiempo para la recuperación y para poder apreciar el primer resultado. Por norma general, en 3 semanas ya se notan los primeros cambios y en 3 meses el resultado ya es bastante estable. Para la valoración del resultado definitivo se recomienda esperar un año después de la intervención.
También puede interesarle: Blefaroplastia